jueves, 31 de marzo de 2011

Oportunidades que el marketing ofrece a las PYMES


Hace unos días leí un artículo sobre "Errores a evitar en la estrategia de marketing de pequeños negocios y empresas" que daba unas nociones básicas de decisiones sencillas, que tomadas en su debido momento, pueden integrar el marketing de una manera eficaz en pequeñas y medianas empresas que hasta ahora veían esta materia como algo que sólo podían hacer las grandes marcas.

Internet ha favorecido el acceso a bajo precio a interesantes canales de comunicación y distribución a las PYMES. Esto, que a priori es una oportunidad única, puede convertirse en un handicap si no se utilizan de una manera profesional. Las acciones de comunicación y marketing no sirven en si para nada si detrás no hay una estrategia, unos objetivos y un control de resultados. El problema es que las PYMEs tienen plantillas reducidas, sin especialización y con poco tiempo que dedicar a estas cuestiones.

La flexibilidad del mercado de trabajo y la existencia de numerosos profesionales con experiencia, servidora es un ejemplo, que trabajan como freelance en proyectos de marketing permiten a las pequeñas y medianas empresas disponer de un responsable de marketing por horas. No es necesario tener un director de marketing senior en plantilla, porque además estas empresas no pueden permitírselo en sus costes; pero si una consultoría constante que les ayude a realizar los tres trabajos principales que deberá hacer toda empresa que quiera aprovechar la oportunidad que el marketing le ofrece:

  1. Diseñar un plan de marketing. Un plan de marketing se plantea, normalmente con carácter anual. El primero que se realiza en una empresa es el más costoso porque obliga a reflexionar sobre: producto, distribución, precio, promoción y también posicionamiento, público objetivo, canales... Pero ahorra muchos gastos innecesarios y permite ajustar la estrategia, fijar objetivos y planificar las acciones. Es una hoja de ruta indispensable para cualquier empresa.
  2. Monitorizar su cumplimiento. La asistencia técnica durante el día a día permite corregir y ajustar sobre la marcha el plan de marketing, controlar la coherencia de la identidad corporativa en todas las comunicaciones que salen de la empresa y trabajar día a día la consecución de objetivos y el posicionamiento.
  3. Controlar resultados. Cada año, al menos, el plan debe revisarse, debe controlarse su ejecución, los resultados y reorientar las políticas de marketing. Esta tarea, aunque no es tan costosa como la realización del primer plan es fundamental. Las empresas tienden a alargar los planes de marketing y repicarlos sin cambios a lo largo de los años. Esto no es bueno de por si, pero con la llegada de internet, las redes sociales y otros avances técnicos que vendrán, la vida de los planes de marketing cada vez es más corta y requiere más control y monitorización.
Los modelos para integrar el trabajo externo de consultoría de marketing en la empresa son tan variadas como se quieran pensar, pero básicamente serían tres:
  • Externalización total: La empresa deposita sus recursos en una empresa externa que se encarga de todo en base a unas premisas dadas. Es el modelo más costoso.
  • Trabajo mixto: trabajo en equipo entre el consultor y los empleados de la empresa designados para ello, de manera que el experto realiza las tareas más especializadas y monitoriza las que requieren menos especialización
  • Internalización total: tras la consultoría que da lugar al plan de marketing, la puesta en marcha del mismo, su ejecución y control corren a cargo de la empresa y sus recursos internos. Requiere mayor conocimiento del personal o inversiones en formación, pero lógicamente ahorra costes.
Personalmente, la opción mixta me parece la más apropiada para las PYMEs porque permite una gestión de costo/beneficio mucho mejor, además de involucrar a todos los estamentos de la empresa en las tareas de marketing sin perder la referencia especializada. Pero claro, esto es solo una opinión que estoy dispuesta a contrastar... ¿hablamos?

lunes, 14 de marzo de 2011

Comunicación vs marketing


Siempre ha entendido la comunicación como parte del marketing dentro de las 4 P famosas, ya que creo que el concepto comunicación engloba de una manera más amplia el de Publicidad, que simplemente es una forma de comunicación mas. Sin embargo mis amigos periodistas tienen un concepto contrapuesto de marketing y comunicación. Como si esta fuera la perfección y aquel la causa de todos los males. Esto me recuerda a las antiguas disputas de facultad entre "los de periodismo" y "los de publicidad" y sin duda algo de eso hay en esta diferencia de opiniones, derivada de la diferente forma en que nos han enseñados a ambos a enfocar la comunicación (la misma).

¿Cuál es el objetivo de la comunicación? muchos dirán: informar..., pero, sobre todo, entenderse... ¿y cuál es el objetivo del marketing? ¿y el del  la comunicación corporativa? Veamos algunas definiciones:

Comunicación: "El acto o efecto de comunicar, el hecho de estar comunicado; El intercambio de información"
Marketing: Según Philip Kotler  es "el proceso social y administrativo por el cual los grupos e individuos satisfacen sus necesidades al crear e intercambiar bienes y servicios" o según otras definiciones: "Estudio de las técnicas y métodos que mejoran la venta o comercialización de diferentes productos"
Comunicación corporativa: "La Comunicación Corporativa es el conjunto de mensajes que una institución (empresa, fundación, universidad, ONG, etc.) proyecta a un público determinado (Público/target) a fin de dar a conocer su misión y visión, y lograr establecer una empatía entre ambos"

La clave está en el posicionamiento y la empatía. Este es el concepto clave de ambas... y otros derivados y particulares en cada caso: identidad, reputación, etc. que se trabajan en marketing desde la comunicación. Y es que salvando las 3 primeras P: Producto, Precio y Distribución... La cuarta P (Promoción/Publicidad) es básicamente comunicación y lo es cada vez mas. Derivado de un mundo en el que se ha acabado el lanzamiento de mensajes en una sola dirección para convertir incluso la publicidad en comunicación bidireccional. Y sobre todo derivado de un marketing cada vez mas enfocado a generar "empatía" Se ha acabado el vender a través de "yo lavo más blanco" porque ya hay pocos productos que tengan ventajas competitivas reales. Ahora más que nunca el marketing se realiza a través de aportar "personalidad" y valores intangibles al producto que puedan generar esa empatía y esto se hace básicamente a través de la comunicación. Por esta razón, la publicidad tal y como la conocíamos se ha diluido para integrarse en un concepto más amplio que es la comunicación corporativa.


Si partimos de la premisa que la empatía con la marca redunda en un aumento de las ventas, una menor sensibilidad al precio, una ventaja competitiva en definitiva... ¿No es ese el objetivo último del marketing y la comunicación corporativa? ¿Debería haber un departamento de marketing separado del de comunicación? En mi opinión claramente no. Debería estar integrado. Pero sin duda esto deriva de que mi especialidad dentro del marketing es precisamente esa la comunicación corporativa o comercial y no puedo entender ésta como separada de la estrategia de marketing y si me apuras de la estrategia global de la empresa. El posicionamiento global y por tanto la comunicación corporativa debería estar integrada no solo en marketing sino en todos y cada uno de los departamentos de la empresa... Si lo que queremos es una imagen coherente y sin fisuras, claro.

jueves, 3 de marzo de 2011

Marketing de atracción: el arte de provocar pasiones


Fútbol... Aunque tu equipo pierda, aunque juegue mal... eres de ese equipo y no hay otro que pueda sustituirlo. Un hecho irracional que no responde a la calidad del producto o servicio, sino a un elemento pasional difícil de explicar. La clave es que nos provoca pasión. Sucede lo mismo que cuando nos enamoramos. La persona elegida puede no ser la más bella, ni la más inteligente y desde luego dista mucho de ser perfecta... pero... ¡Es algo irracional! No dominamos nuestras pasiones y sin embargo son los motivadores principales de nuestras vidas.

¿Podemos trasladar esta pasión irracional al marketing y las marcas? Sería ideal, y de hecho es el fin último de todas las políticas de marketing, porque conseguiríamos apóstoles convencidos que sólo quieren consumir nuestra marca, la encuentran intercambiable y, lo que es aún más importante, la recomiendan vivamente cada vez que tienen ocasión.

Y pensaréis... Esto si no imposible es al menos muy difícil. Pues muchos lo han conseguido. Quien no ha visto pedir una Coca Cola en un bar y cuando dicen "Lo siento, es Pepsi" el cliente ha preferido beber otra cosa... o quien no conoce a un fanático de Apple, que no solo colecciona manzanas tecnológicas sino que intenta convencer a todo el que le rodea de las "bondades" del producto y minimiza las pegas importantes de sus productos. Entre estos últimos me cuento, por cierto.

Pero esto son grandes marcas, con grandes presupuestos de promoción ¿no? Desde luego, pero eso no quiere decir que las pequeñas marcas o las PYMES no puedan conseguir lo mismo. Pensemos en mi bar de copas preferido o ese restaurante favorito al que siempre voy cuando visito la ciudad X y que recomiendo a todos mis amigos que visitan la misma ciudad. El mismo mecanismo seguimos con otras muchas cosas: vinos, hoteles, peluquerías o cualquier otra decisión de compra.

Esta realidad de lo que llaman Neuromarketing y que tiene que ver con las decisiones de compra pasionales o irracionales (que todos intentamos racionalizar, por cierto) se unen algunos elementos propios del nuevo tiempo en el que vivimos, para ofrecernos una gran oportunidad de negocio:

  • La recomendación personal es determinante a la hora de la compra. Siempre lo ha sido, pero antes se limitaba a tus conocidos reales y tus contactos personales. Ahora es mucho más amplia y cualquier usuario del producto se convierte en un prescriptor en el momento que hace una crítica (positiva o negativa) a través de internet.
  • Y es que internet favorece la comunicación y la recomendación: amplía la difusión del tradicional boca-oreja y generaliza los mensajes convirtiendo algunas plataformas de prescripción, como Tripadvisor, en fundamentales, por ejemplo, para la hotelería. Un estudio de http://mashable.com demuestra que aquellos motores de reservas que tienen opiniones positivas visibles acerca de un hotel generan de un 11 a un 20 % más de ventas y que los clientes están dispuestos a pagar de un 22 a un 45 % más. Los números parecen interesantes para cualquier sector ¿no? Y es que las opiniones de otros usuarios se perciben como más imparciales y creíbles que la comunicación oficial de la marca que siempre se ve como algo interesado
  • Además, internet no solo no aísla sino que favorece las relaciones, especialmente a través de las redes sociales que ha multiplicado la red de contactos de cada usuario y hacen que esta información prescriptora se difunda rápidamente haciendo posible multiplicar de una manera exponencial el número de fans o apóstoles de una marca.

Pero cabe pensar que esta recomendación habría que intentar provocarla, dirigirla y controlarla de alguna manera. ¿Qué elementos debemos ofrecer a nuestros fans para que nos recomienden?
  • Lo primero: Algo con lo que identificarse. Encontrar un nexo de atracción que provoque el enamoramiento. Algo en común o incluso justo lo contrario, algo inaccesible a priori que actúe como motivador aspiracional... Con esto conseguiríamos el primer contacto, la atracción
  • Hacerle parte de la marca Una vez que hemos logrado la atracción tenemos que conseguir mantenerlo a nuestro lado, que se sienta parte de una comunidad. Hacerle parte incluso de nuestro negocio, que comparta nuestros éxitos y problemas es una buena forma de conseguirlo. El crowdsourcing que ahora está tan de moda y usan desde las ONG a los políticos pasando por muchas empresas es un buen ejemplo de este tipo de técnicas que fomentan la pertenencia a la marca, aunque hay muchas otras: clubs de producto, programas de fidelización, etc... 
  • Cuidar de nuestro cliente fan e incluso al contrario. Además de sentirse parte de una comunidad, debe sentirse bien cuidado y notar de primera mano que la marca sigue pensando en el. En definitiva se trata de hacer sentir especial a nuestro cliente. si tenemos detectados a los clientes que están prescribiendo positivamente nuestro producto ¿por qué no premiarles? y, al contrario, si detectamos alguna crítica ¿por qué no respondemos ofreciendo información y soluciones?
  • Mantenerle informado... darle noticias y argumentos que le sirvan para hablar de nosotros. Alimentar el amor y, sobre todo, que tenga mucho y bueno que contar de nosotros.

En el fondo... consiste en enamorar al cliente y trabajar para mantener el enamoramiento y la pasión... como una buena relación de pareja. Sólo al alcance de marcas apasionantes y apasionadas.